Y lo tildo de SINVERGÜENZA (así con mayúsculas), porque no se puede calificar de otra manera a una persona que en vez de utilizar el cargo público que ostenta para beneficiar a la ciudadanía a la que dice gobernar, lo utiliza para beneficiarse a sí mismo y a su partido.     Con motivo del desastre generado por el paso del Huracán Alex, casi no hay lugar de la industriosa ciudad de Monterrey y su área metropolitana, así como en gran parte del Estado, que no haya sido afectado de una manera u otra.   Familias que han perdido todo su patrimonio, vías de comunicación totalmente destruidas, la actividad económica del Estado severamente golpeada, etc.    ¿Y qué es lo que el señor Medina hace en su caràcter de mandatario del Estado?  Pues además de posar para la foto en los periódicos, y salir sonriendo en la televisión, la verdad no hace mucho.   No!  Esperen!   Estoy siendo injusto con él.    Sí hace algo.   Claro que hace algo.   Le pidió al Gobierno Federal un adelanto de $5000 millones de pesos.   Una cantidad bastante respetable.    ¿Pero para qué sera tanto dinero?    ¿Acaso para apoyar al sector agropecuario y ganadero que se vio severamente afectado con las lluvias, y que representan un porcentaje muy importante de la actividad económica del Estado?    ¿Para reconstruir los puentes y carreteras destruidos quizas?    Pues no.    ¡¡¡¡El dinero lo quiere únicamente para limpiar el lecho del Río Santa Catarina que atraviesa la ciudad.!!!   Haganme ustedes el favor.    De veras que semejante jaladez sería de risa, si no fuera por que me da tanto coraje la desfachatez de este tipejo .     Habría que preguntarle cuanto de ese dinero en verdad se ocuparía en limpiar el río, y cuanto iría a parar a las arcas y los bolsillos de él y sus secuaces... perdón, los miembros de su gabinete.    Y mientras el señorito pide dinero a manos llenas sólo Dios sabe para que fines en realidad, la ciudad de Monterrey y su àrea metropolitana se asemeja a una ciudad sitiada y bombardeada por un ejército enemigo.    Sus dos principales vías de comunicación (las avenidas Constitución y Morones Prieto) quedaron totalmente inservibles en gran parte de su trecho, lo que ha terminado por estrangular el ya de por sí caótico tráfico de esta urbe.   El descontrol y la falta de coordinación entre las autoridades estatal y municipal respecto a cuales vías son utilizables y cuales no ya cobró por lo pronto una vida.     Por la falta de señalamientos y de tránsito que indiquen cuales tramos de Constitución se pueden utilizar (en eso si deberían gastarse el dinero), un automovilista fue a dar al río en donde se partió la crisma.     Vamos a ver cuantos cristianos terminan en el lecho del río para que a Su Alteza Serenísima y sus subalternos se les prenda el foco de la sesera.      Pero bueno, dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece.    A ver hasta cuando seguimos aguantando.