Como tu enunciado es atemporal, podemos ubicarlo en cualquier punto de la Historia, y supongamos: que a Juana de Arco le dio por "invocar la ley", pero cuando fue y se lo planteó al Señor de Baudricourt, éste pensó que Juana estaba loca y que lo necesario para ella era un marido que la pusiera en su sitio (la ley estaba de parte de los machos y más de los machos de la nobleza). Más ella, en su inteligencia y expresión sincera le puso en cara que si los hombres no hacían lo más mínimo por sacar a Francia del atolladero en el que la reina había metido al país en una cadena de complicidades que ya tenían cien años, era preciso que las mujeres tomaran la inicativa y ella era una de tales mujeres...
El Señor de Baudricourt optó por ceder ante los argumentos de Juana y se la envió al Delfín al castillo de Chinon. Juana deseaba ver a su país libre de la ingerencia y latrocinio a que los ingleses le tenían sometido, pero los soldados franceses que le dío el Delfín, eran machistas y no deseaban sentirse a las órdenes de una mujer de tan poderosa personalidad e inteligencia.
Segundo ejemplo: Galileo descubrió que las mentiras y malentendidos de su tiempo, tenían sumida en la ignorancia a la sociedad, lo que provocaba confusión en todos los aspectos de la convivencia humana. Comenzó por invocar LA LEY DE LA VERDAD, puesto que había descubierto que la luna tenía montañas y valles, etc. etc. Pero la Ley estaba en contra de la ciencia y le mandaron sacar las uñas para que se retractara del escándalo que había provocado con sus descubrimientos. Galileo se retractó "aferrado a los hechos".
TTercer ejemplo: Cuando los vascos invadieron las regiones de Cinaloa y luego de que los aborígenes mataron a varios curas franciscanos y a muchos españoles, surgió un líder chamán que controlaba un coven de chamanes en todo el norte de lo que hoy es Sinaloa -con S-. Ese líder de nombre NACABEBA, se organizó y logró mantener a raya a los invasores hasta que uno de la comunidad de Tehueco, lo traicionó por unas cuentas de vidrio azul que los españoles les repartian a los aborígenes para someterlos. Nacabeba se aferró a su Ley y a sus hechos, contra todo lo que los curas jesuitas pudiesen argumentar. De nada le sirvió gritarles a sus camaradas "Ellos nos vienen a robar y a quitar nuestras mujeres, cambiar nuestras costumbres y hacernos sus esclavos". Los demás estaban agusto con sus cuentas de vidrio azul y sus apapachos jesuitas de "que se iban a ir al paraíso cuando murieran". Nacabeba fue descuartizado en la plaza de Cinaloa casi en el mismo momento en que allá en la plaza de Roma estaba siendo quemado en la hoguera Giordano Bruno, también por invocar la Ley diciendo que el "Universo era infinito y que existían infinidad de mundos semejantes a la tierra".
La LEY, es instrumento de quien detenta el poder y en el caso de Juana de Arco, la Ley la tenían los varones franceses e ingleses, tanto curas como civiles y ella solo fue una víctima del machismo imperante y su Ley. Juana fue quemada viva para que las mujeres entendieran que no se deberían inmiscuir en las cosas de los hombres. Los curas que justificaron ese asesinato, la hicieron santa quinientos años despúés, para sacarse la espina del entredicho en que habían quedado como cómplices del machismo general.
En el caso de Galileo, le Ley la controlaban los clérigos en afinidad con los reyes y entre ambos, manipulaban el sistema de pensamiento que solo se desarrollaba a su manera. Fue necesario que apareciera Martín Lutero para que el desarrollo del pensamiento en cuanto a la ley lograse una cierta separación de los conceptos religiosos que siempre son fantasiosos y retardatarios. Y aunque Lutero solo hizo retroceder la filosofía judeocristiana, fue pie para que ya no estorbara tanto el poder de los papas y los reyes.
En el caso de Nacabeba, él se aferró a la Ley de su pueblo y la defendió, como hizo Juana de Arco y como hicieron tantos y hacen hoy por defender sus derechos humanos.
Pienso que GRITAR COMO DESESPERADO no servirá de nada. Lo que sirve es la acción sobre la base de una IDEA de respeto y equilibrio. Si gritamos aumentamos el eco del desorden mundial.
