Hola, hace tiempo que me inscribí en el portal, pero jamás le había dado el uso que le he dado en los últimos 5 días, he leído de todo, claro está que me falta más por leer, y déjenme decirles, que agradezco infinitamente, el que existan profesionales en cada una de las materias, que expresen su criterio en las asesorías de los consultantes, y la comparta con los menos afortunados, me titule hace unos meses, sin embargo, no tengo la experiencia necesaria para poder litigar, aun con ello, considero tener la capacidad de identificar lo correcto de entre la variedad de respuestas del foro.. Eso me ayuda a mantenerme actualizada, y a seguir aprendiendo de los mejores.. Gracias.
Bueno mi anécdota la comento, porque en uno de los tantos comentarios de este portal leí que se sugería leer detenidamente lo que se expresaba antes de emitir un juicio, considerando muy personalmente a la lectura como el complemento principal del buen abogado redacto lo siguiente:
Estando en curso de la carrera, pude apreciar que tenía una variedad de profesores, unos dedicados, otros presumidos de su conocimiento, un tanto más flojos y otros generosos, de todos ellos aprendí, aunque de algunos mucho mas, sobre todo cuando las materias eran seriadas (civil I, civil II, civil II etc.), pues si te tocaba profesor flojo en Civil I, tenias que duplicar tu estudio para poder entender civil II, era todo un trauma.
Aaaa, pero también tuve profesores que dejaron huella, como lo es el caso de mi profesor de derecho mercantil… quien con un simple detalle, me enseño que el abogado que no analiza, que no es minucioso, y no lee, pierde cualquier oportunidad de ganar un juicio…
No entendía porque siempre nos decía esas palabras, hasta el día en que sucedió lo siguiente.
Estábamos en etapa de exámenes, el Lic. Era tan cuidadoso que no nos permitía meter más nada al aula que no fuera lápiz, bolígrafo y borrador, dividía el grupo en dos, así que teníamos examen A y examen B, por ser escuela particular el grupo era pequeño, lo cual le permitía sentarnos con un pupitre de separación entre cada alumno, tenia vista de halcón, cada movimiento que hacías, pedía explicación sin que dejara de observar al resto del grupo, y siempre bromeaba, diciendo, el que observa y atiende lo que se estipula cada instrucción, siempre contara con los medios para lograr el mejor resultado…
Ese día, todavía nos recordó, no olviden leer bien antes de contestar, y sonrió, no sé por qué, pero siempre terminaba obedeciéndole, al pie de la letra. Comencé a leer mi hoja de examen, coloque los datos tal como lo pedía en las primeras líneas, hasta llegar a la etapa de las instrucciones y fue ahí donde comenzó todo.
INSTRUCCIONES: lee detenidamente cada una de las preguntas e instrucciones y NO contestes hasta concluir la lectura.
Todas las preguntas deben ser contestadas en tinta negra.
Inicie la lectura tal y como lo describió la instrucción; por algún momento, conforme leía las preguntas; ¡me decía! esta si me la sé, estuve a punto de contestar una que otra, mas no lo hice, me enfoque a las instrucciones, leer hasta el final y contestar una vez concluida la lectura.
Llegando al final me encontré con una nueva instrucción:
INTRUCCIONES: si has leído tu examen sin responder alguna de las preguntas ni realizar anotación alguna que no sea lo que se te pide antes de la primera instrucción. Firma tu examen entrégalo a tu profesor y sal del aula, estas exento, tu calificación es 10. Me quede sorprendida, levante mi vista y firme mi examen con una señal el profesor me pidió guardar silencio, al mismo tiempo; me dijo retírese y no haga ningún tipo de comentario o señal o le revoco el resultado. Sentí un poco de incertidumbre, pero a la vez; el estrés desapareció. Tras salir, escuche algunas exclamaciones como un ZZZZZZZZZZZZZZZZ, clásicas de estudiantes, jajaja, (creyeron que me habían quitado el examen) me quede sentada frente a la puerta, y aproximadamente como a los 20 minutos después, comencé a escuchar risas, bromas, comentarios, y demás, escuchaba al profesor dar respuestas y reír… En esos momentos salió mi primer compañero, y me dijo, ¿leíste primero?, a lo que respondí, si.
El me expreso, ¡jaladas del profe no! Y le conteste, no sé si haya sido jalada, lo que si se, es que no lo olvidare jamás, ahora antes de realizar alguna acción sobre algún documento “”NO OLVIDO LEER PRIMERO HASTA EL FINAL””…
Espero le haya agradado la anécdota, y ¿si están tomando café? Buen provecho.
