Si no se firmpo un contrato de cesión de derechos en virtud del cual, usted recibía el traspado del despacho contable, en el que se estableciera el monto de lo que usted debería pagar por dicho traspaso, los derechos y obligaciones que adquiría, y todo aquellos que, en la medida de lo previsible, sirviera para evitar cualquier controversia judicial, y considerando que usted reconoce expresamente que era empleado del despacho contable, simplemente usted continuó desempeñándose como empleado, no como propietario, ya que éste sigue siendo la contadora a la que hace referencia, y no solamente eso, sino que puede exigirle la rendición de cuentas respecto los ingresos que se han obtenido por las actividades profesionales que en materia de contabilidad, auditoría o financieras se hayan realizado, respecto las cuales, usted dispuso sin derecho alguno de ese dinero, lo que podría provocarle a usted un serio problema legal.

Trate de llegar a un buen acuerdo, y si le interesa que le traspasen el negocio, entonces, asistido de un abogado, encárguele la elaboración del contrato de cesión de derechos del despacho contable de su patrón.