En primer lugar, difiero de la opinón dada por el Licenciado Gaytán (Garóvalo), a quien le envío un cordial saludo; si usted firmara esa renuncia, variando su rúbrica, llegado el momento, al demandar con motivo de un despido injustificado y hacerla valer el patrón, usted tendría que demostrar que no la firmó, ofreciendo la prueba pericial en grafoscopía correspondiente, lo que seguramente llevará a determinarse, a través de las conclusiones de los peritos, que usted la firmó, aunque no sea la firma que habitualmente usa en sus tratos particulares o en documentos oficiales, y entonces, el patrón será absuelto de lo que le reclame.

Por otro lado, comparto lo señalado por el Licenciado Polo, aunque no solamente es posible acreditar que pretendida renuncia se firmó en la fecha en que el trabajador fue contratado, grabando la entrevista de trabajo.

Es más fácil que al momento de firmar la renuncia, entre las gazas de su firma, escrita la fecha en que lo hace, de forma tal que quede disimulada, y ello, en su momento, también podrá hacerlo valer para acreditar que el momento en que firmó el documento, fue al ser contratado, y no al terminarse la relación laboral por el despido de que fue objeto; ya el abogado especislita en derecho laboral que llegara a contratar, de ser necesario, sabrá como aprovecharse de esa anotación.