Bien por usted que procura cumplir con sus responsabilidades económicas que tiene con su hija, sin embargo, le pregunto, Si vive en el DF y su hijita en Matamoros, cada cuando puede verla? Cada cuando su hija puede sentir su afecto de padre? Cada cuando su hija puede gozar de su compañía? O de su apoyo en sus tareas? O de una charla entre ambos? De una película infantil o una ida al circo o al parque?

Seguramente sus respuestas serán que no tan frecuente como debiera y me daría muchas excusas. Y usted pregunta, me puedo negar a dar la firma? de que puede, definitivamente puede, pero antes de hacerlo pregúntese porque se está negando, porque a usted lo hace sentir bien o porque a su hija le hace bien su negativa?

Usted “siente” que en los EEUU su niña corre peligro? Y nuevamente le pregunto, no ve noticias? No lee sobre lo que diariamente ocurre en Matamoros? No está al tanto del alto índice delictivo en ese lugar?

Con todo lo anterior a lo que quiero llegar es a hacerle notar es que su consulta la realizó no pensando en el bienestar de su niña, sino en el suyo, si se fija en su redacción, habla de usted, de que usted no tiene visa, de que usted se niegue a firmar, de que articulado lo protege a usted, en ningún momento recapitula siquiera en lo beneficioso que va a ser para su niña estar al lado de su madre, de vivir en un país de libertad y oportunidades, de crecer en una ciudad con mayor seguridad.

Antes de actuar y tomar decisiones solo impulsado por su sentir, piense y recapacite en lo que realmente es conveniente para su niña.