Saludos. Lamentablemente la obtención de devoluciones está saliendo de las posibilidades del contribuyente promedio, ya que incluso la mayoría de los contadores carecen de las herramientas y conocimientos jurídicos necesarios para oponerse al rechazo arbitrario de la autoridad. Para que la devolución sea procedente, únicamente es necesario que exista prueba del pago indebido o del saldo a favor, demostrado este último con el comprobante fiscal (factura, por ejemplo), así como con la póliza contable y la copia del medio de pago (cheque, por ejemplo). Así que, en condiciones normales, la falta de homoclave en el estado de cuenta bancario no debería de ser un impedimento para obtener la devolución, ya que ninguna norma jurídica lo prevé así.

El problema es que la única manera de contradecir a la autoridad es a través de un recurso de revocación que será resuelto por ella misma, con mínima o nula probabilidad de éxito. También puede promover un juicio contencioso administrativo, el cual sí es eficaz pero no puede ser confiado a un contador, ni siquiera a un abogado que no tenga experiencia en la materia fiscal. Su opción más viable, si el importe del asunto lo justifica, es llevarlo a un despacho fiscal o a un abogado fiscalista, que ofrezca el servicio de devolución incluyendo el trámite del juicio para obtenerla en caso de que el SAT la niegue en un primer momento. Los honorarios consisten en un porcentaje sobre el importe devuelto.

Una última posibilidad es que su contador se acerque al SAT e identifiquen cuáles son los conceptos que para la autoridad son problemáticos y no quieren devolver; para posteriormente presentar una declaración complementaria sacrificando estos importes, para evitar que por éstos sea nuevamente rechazada la totalidad de la devolución, considerando que el plazo para obtenerla prescribe a los cinco años contados desde que se presentó la declaración normal del ejercicio.