En respuesta a su consulta, le informo.

Aun cuando el artículo 33, de la Ley Federal del Trabajo, dispone que es nula la renuncia que los trabajadores hagan de los salarios devengados, de las indemnizaciones y demás presaciones que deriven de los servicios prestados, cualquiera que sea la forma o denominación que se le dé, y que todo convenio o liquidación, para ser válido, deberá hacerse por escrito y contener una relación circunstanciada de los hechos que lo motiven y de los derechos comprendidos en él, debiendo, además, ser ratificado ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, la que lo aprobmará siempre que no contenga renuncia delos derechos de los trabajadores, ello no significa que el escrito de renuncia que el trabajador presente al empleador,dando voluntariamente por terminada la relación laboral, para que tengavalidez, deba de ser ratificado ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, dado que se trata de un acto unilateral de quien lo suscribe, y no un convenio que requiera la concurrencia de las dos partes contratantes, por lo que aún cuando no searatificado ante la autoridad laboral, debe tenerse como válido, ya que, además, tampoco entraña un acto de compensación, liquidación o transacción.

Por tanto, si el trabajador, no obstante la suscripción de dicho escrito de renuncia, demanda al patrón aduciendo un despido injustificado, y éste, a fin de acreditar la inexistencia del despido y acreditar la legalidad y justificación de la terminación de la relación laboral, exhibe en juicio el referido escrito de renuncia, deberádársele eficacia para demostrar la renuncia por parte del trabajador, y no necesita ser ratificado por las partes ante ninguna autoridad laboral.

Ahora bien. si el trabajador, en la etapa de Ofrecimiento y Admisión de Pruebas, impungna dicha renuncia aduciendo su nulidad, la fatiga procesal de dichas objeciones corre a cargo del propio trabajador, quien deberá acreditar plenamente que en la referida renuncia, no consta fehacientemente su voluntad, libre de coacción y violencia, o bien, los motivos por los que impugnó el documento.

Por tanto, y dado que la renuncia al trabajo es un acto unilateral de voluntad del trabajador, que no requiere para su eficacia jurídica la aceptación del patrón ni la aprobación y sanción de la autoridad laboral, pues no lo exige la ley, la cual puede presumirse por su oposición al cumplimiento del contrato y pago de las prestaciones reclamadas, además de que no se requiere la aceptación cuando la relación laboral individual pactada entre las partes es simple, sin mayor enumeración o delimitación de derechos y obligaciones a su cargo que las mínimas previstas en la ley de la materia, pues solamente tratándose de contratos colectivos de trabajo por la ley debe mediar la aceptación del empleador de la renuncia al trabajo, si no es objetada por el trabajador, merecepleno valor demostrativo para acreditar la legalidad y justificación de la terminación de dicha relación de trabajo.

Además, si en el mismo escrito de renuncia, consta también el pago de diversas prestaciones hechas al trabajador al dar por terminada la relación laboral, igualmente resulta aptapara acreditar elpago de dichas prestaciones, pues el escrito relativo, debe analizarse en su integridad, y no en forma aislada, por lo que además dejustificar lamanifestación libre y espontánea de la voluntad de renunciar del trabajador, el pago de las prestaciones acredita también que ni hubo renuncia alguna a los derechos que al trabajador concede el Código Laboral.

Existe infinidad de tesis aisladas y jurisprudencias en el sentido anteriormente señalado, las que podráconsultar a través del IUS, en el portal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.