Vox Populi Ver todos
SIN SANGRE TIRANICA
- Autor : Victormiaz
- Fecha : Lunes 23 de Julio de 2012 10:16
- Tipo de Usuario :
- Visitas : 3,131
Ayer en la mega marcha en Puebla se me acercó un joven entre veinte y veinticuatro años y me entregó un una hoja y me dijo “Lea y tome conciencia”, “Hijo” le dije, “mi primera marcha la hice cuando seguramente no nacías”. Confundido por mi respuesta, no atinaba que decir. Me solté a reír. Su confusión aumento. “Esta bien”, le dije y siguió repartiendo la propaganda.
Esto solo seria anecdótico si no se coligiera que los jóvenes de estas nuevas generaciones imaginan que durante la tiranía priista todos pensábamos igual y que en consecuencia necesitamos los viejos una nueva re-educación.
Ni que dudar que durante el régimen priista la mayoría actuaba según los designios del sector que perteneciera: Campesino, obrero o popular. Aun hoy día mucha gente, desgraciadamente, sigue pensando en automático como antaño y añoran las épocas doradas de parálisis social en donde no había crítica a un régimen que todo lo abarcaba y “robaba pero que también dejaba robar”,
Es lastimoso ver como gente que gana menos de diez mil pesos esta dispuesta a defender, no se hasta que extremo, a ese viejo régimen que con el Partido Acción Nacional, solo ha cambiado de color pero en el fondo sigue los viejos pasos del priismo.
Esos ciudadanos que se oponen al cambio, a la democracia son los viejos y nuevos jóvenes que se llaman “hombres y mujeres de partido”, esa es, una de las desgracias de la nación mexicana: “El hombre, la mujer de partido”, que en el fondo solo desean una cosa “no vivir en el error, sino vivir del presupuesto”, es decir del erario. Es la vieja añoranza de tener algo seguro. A esos hombres y mujeres de partido los detestó por su infinita mediocridad, por su torcida percepción de la vida y su falta de lealtad y solidaridad hacia sus hermanos de sangre: los demás mexicanos.
Los tiranos priistas les inyectaban el veneno de la tiranía a los ciudadanos y no ciuadadanos y ellos lo aceptaban gustosos porque “se podía vivir” decían, si, a costa de los que producían y producen la riqueza, es decir, el pueblo en general.
Me agradó ese joven y todos los que organizan esa mega marcha porque ya no tienen el veneno de la tiranía y se dan cuenta que hemos vivido en el error fatal de la pasividad. Les auguro éxito en lo que están haciendo, no solo porque simpatizo con ellos. Esta lucha no empezó en 1988, ni en el año 2000, 2006 y 2012. No, empezó mucho antes, mucho antes de que la mayoría de estos jóvenes naciera. Ayer vi a los viejos luchadores sociales marchar junto a estas nuevas generaciones porque la lucha es la misma. Es una continuidad por la libertad, por la democracia. No hay discordancia entre las viejas generaciones consientes con esas nuevas generaciones libres del veneno priista en su sangre.
Los tiranos y los hombres y mujeres de partido no quieren aceptar que ese viento juvenil, limpio, inocente hasta cierto punto; madurará su conciencia y romperá con ese pasado oprobioso de la tiranía. Esos pasos delicados de las nuevas generaciones estudiantiles no han dado su paso maduro pero lo darán.
Hasta hora los tiranos están pensando “Esto no puede ser, pasará, solo esperemos y esta fría llovizna de julio pasará”. No es el pueblo llano el que esta encabezando este movimiento es la gente que piensa y, pensar rectamente y actuar en consecuencia es derribar viejos ídolos. Ojalá no construyan nuevos.
Esa es la gran tarea de estos jóvenes valientes, derribar ídolos; en cualquiera de sus formas; la Constitución, partidos, instituciones caducas, viejas formas de hacer política, liderazgos, viejas tradiciones de gobierno, en concreto cambiar todo este sistema. Y, lo cambiarán porque ya no les sirve.
En la mayoría y en los más importantes lugares de México late un mismo sentimiento de libertad, de democracia, de justicia en todos sus ámbitos. ¿No se oye ya ese viento fresco y juvenil de primavera por doquier cortar los frutos dulces de la vida y perfumar con suaves fragancias las calles y las plazas; los recintos académicos y los hogares olvidados?. Antaño las campanas llamaban al pueblo a los grandes eventos; hoy han callado ante el latido delicado de esos dulces corazones jóvenes?.
Califica este artículo: |