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HABLANDO DE IGNORANCIA (PERO LéELO)
- Autor : J. ARMAND
- Fecha : Domingo 27 de Mayo de 2012 20:17
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Hablando de Ignorancia (pero léelo)
No sabemos ni un cienmillonésimo de nada. Thomas Alva Edison(1847-1931) Físico e inventor estadounidense.
Aconseja al ignorante, te tomará por su enemigo.
La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio.
La ignorancia y el error son manantiales de mal humor.
La ignorancia siempre está dispuesta a admirarse.
El ignorante tiene valor; el sabio miedo.
El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.
La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.
Si te parece que sabes mucho y entiendes mucho, ten por cierto que es mucho más lo que ignoras.
El ignorante, si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio si no abre los labios.
Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.
En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos porque no queremos saber.
La ignorancia es la carga más pesada. Pero quien lo lleva no lo siente.
Todo lo que se ignora, se desprecia.
Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.
Nada hay en el mundo tan común como la ignorancia y los charlatanes.
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas
Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
La ignorancia humana no permanece detrás de la ciencia, crece tan rápidamente como ésta.
Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita.
Nada hay más terrible que una ignorancia activa.
Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.
Por nuestra ignorancia no sabemos las cosas necesarias; por el error las sabemos mal.
Es mejor ser examinado que ignorado.
Fuente Proverbia
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