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NUESTRA CULPA COMO CIUDADANOS
- Autor : KarlaCruzMilanes
- Fecha : Jueves 03 de Mayo de 2012 15:53
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Generalmente nos quejamos de las dolencias de este país y le echamos la culpa a los políticos corruptos, que solo roban, y no trabajan (bien los hemos visto dormidos en la cámara de diados y senadores). Así podemos continuar quejándonos y burlándonos de nuestros funcionarios políticos pero no tomamos la responsabilidad que nos toca como ciudadanos. Y es que nosotros nos hemos conformado con solo quejarnos pero no actuar, no exigimos lo que de verdad nos toca porque creemos que no va a servir de nada actuar. Tenemos la creencia de que nadie nos escuchara y será tiempo perdido. Y es exactamente eso lo que debemos dejar de hacer.
Es nuestra responsabilidad estar bien informados de lo que sucede en nuestro país, de investigar a profundidad a nuestros candidatos y nuestros funcionarios, de ejercer todos nuestros derechos y exigir que se nos cumpla, que nos den cuentas claras y respuestas concretas. Debemos investigar cuales son nuestros derechos, conocer nuestras leyes e investigar de que manera podemos apelar. ¿En las escuelas no nos enseñan eso verdad?
No dudo que sea difícil pero si empezamos a hacer el llamado, otros ciudadanos se unirán. No hay fuerza más grande como seres humanos que la fuerza de las masas, si es uno solo el que comienza la batalla le será difícil, si somos todos les será imposible a los gobernantes corruptos ignorarnos y ocultarnos. No me refiero a que pertenezcamos a un grupo de “rebeldes”… me refiero que cada quien por su cuenta se queje y exija con perseverancia, que cada quien motive a sus conocidos a que hagan lo mismo. Hoy tenemos como ventaja los medios de comunicación, y todas las redes sociales que nos ayudan a tener contacto con personas que ni conocemos pero que están a tu alrededor. Te ayudan a hacer públicas tus preguntas y tus quejas
Estamos tan mal acostumbrados como ciudadanos a conformarnos que hemos acostumbrado al gobierno a dejarlos creer que pueden continuar con su corrupción. Pero para ser corruptos se necesitan 2 bandos… los que pagan con dinero y los que pagan con el “favor”. Y ¿quienes les pagan a ellos? Pues nosotros mismos los ciudadanos, pagamos los empresarios para que nos den permisos “fáciles” o para “comprar la plaza” y ser el monopolio. ¡Hola Wall-Mart! también pagamos los que cometemos infracciones para que estas no nos las cobren, pagamos los delincuentes para que nuestras culpas queden impunes. Y me refiero a los corruptos como “nosotros” porque todos ellos provienen de la sociedad mexicana.
La corrupción es un problema que nace en nuestra sociedad, que es trasmitida de padres a hijos, de amigo a amigo, de colega a colega. Son “mañas” que se aprenden. Porque los gobernantes corruptos no llegaron de otro planeta… ellos provienen de familias mexicanas como la tuya o la mía. También los ciudadanos conformes, o mejor dicho “inconformes pero que no actúan” provienen de esta sociedad, provienen de las mismas familias.
¿Tú crees en el poder de tu voto? Aunque vengo diciendo que es importante manifestarnos, me contradigo en esta pregunta y respondo no. No creo en el poder de mi voto porque es el único momento en el que hacemos uso de nuestra democracia. Vivimos en un país democrático en el que participamos con una sola marca para señalar si queremos al corrupto numero 1 o el corrupto numero 2. No creo en el poder de mi voto porque no le he dado fuerza a el. Nunca he reclamado que me hagan votar para elegir leyes también, nunca he reclamado que quiero participar más porque tengo el derecho ya que vivo en un país democrático.
Si tú crees que no eres culpable de lo que sucede en tu país y solo eres una víctima, pues te invito a que lo reflexiones. A lo mejor eres el padre que le enseño a su hijo a hacer las cosas de la manera “fácil”, o eres la madre que le enseño a su hija que aunque te quejes no sirve de nada, quizás eres el adolescente que compra marihuana, o el que compra piratería, o eres de los que se encuentran un celular o cartera y no los devuelve, o peor aún, roban en cualquier lugar. Quizás eres de los que crees que no hay remedio, o de los que puedes conseguirte un puesto político o en cualquier empresa con la ayuda de tus “influencias”, o eres el estudiante que copia, la maestra que aprueba a sus alumnos sin exigirles. En fin, somos todos culpables por actuar mal o por el simple hecho de ni siquiera actuar.
Karla Cruz Milanés
Estudiante de la licenciatura en Creación y desarrollo de empresas
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