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DEBATE INúTIL DE LA IZQUIERDA*
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Lic. Roberto Román Arias
La petición de ‘licencia partidista’ que solicitó Andrés Manuel López Obrador a la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), es un hecho intrascendente, sin embargo, ha sido usada por los medios de comunicación para generar escándalo y aprovechar para mostrar una vez más a un PRD dividido y a un Andrés Manuel egocéntrico.
¿Por qué digo que es intrascendente? Porque si él considera que el partido al que pertenece carece de visión política, no tiene proyecto y se ha alejado de su origen de izquierda, lo correcto sería renunciar a su filiación y mantener su ‘lucha’ pacífica, o acudir a otro instituto político que bien lo quiera asilar, y nada hubiera pasado (o nada pasará). En su caso, él no actuó consecuente con su discurso, y finalmente concluyó que no iba a renunciar a su filiación partidista.
El debate se centró en esa intrascendencia, siendo alimentado por las declaraciones de Cuauhtémoc Cárdenas en el sentido de entregarle el PRD a López Obrador para que lo reencauce y se acaben los conflictos internos.
El nivel de debate entre las fuerzas políticas que han tenido un origen y se dicen de izquierda, ha perdido rumbo cada vez más.
Los partidos en nuestro país ahora ya no abanderan las causas sociales de los trabajadores, nada les importa luchar por mejorar los sueldos raquíticos de millones de trabajadores; por los millones de mexicanos que viven en la miseria. No le preocupa el alza a los precios, el aumento desmedido a la gasolina, ni la alta corrupción que impera en los funcionarios de las instituciones, muchos de esos funcionarios formando parte de esos mismos partidos.
La izquierda o lo que queda de la izquierda mexicana, sólo debate si aliarse con la derecha le dejará más cargos públicos; su lucha está centrada en el poder como medio de enriquecimiento entre una camarilla que vive saltando de un puesto a otro. El proletariado mexicano sigue sin cabeza, como diría el maestro José Revueltas.
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