….A lo largo del tiempo que se ha vivido, hemos entendido con el sudor de la frente y el dolor de las manos que el ser humano es competencia total, es difícil diferir de esta opinión, ya que día a día la vemos. Como cuando queremos el ultimo galón de leche y no lo ganan por cinco segundos, o cuando el ultimo cajón del estacionamiento que esta en las lejanías de la tienda casi casi llegando a la competencia y que habíamos esperado a que la señora y su montón de chiquillos acomodaran las bolsas, metiera uno a uno de sus chilpa yates y dejara el lugar no ha de faltar el desconsiderado que sin mas ni mas no lo gana  de esas que casi queremos injuriar al ingrato.

La competencia es buena, es lo que nos da la excelencia en muchas de las cosas que hacemos, pero que pasa cuando la competencia lleva trucos, vicios o mañas, entonces la carrera no es justa pues muchos de los competidores tienen ventaja y la igualdad de la contienda se pierde en los fondos de las buenas intenciones.

Es triste y desalentador, saber que la carrera de leyes ahora derecho, esta tan competida, tan viciada y tan corrompida, la gente (no es un mito) nos tiene miedo, tanto así que hasta pasamos a ser personajes de leyenda, mitos y hasta terror… y bueno todos nos debemos de saber  por lo menos uno de los chistes tan graciosos que cuentan acerca de nosotros. A las generaciones que estamos saliendo nos cuentan de las peores, y tan pasmados nos dejan que no se puede evitar temer de lo que nos espera en la realidad, en el campo de trabajo…

Es cierto que cada uno de nosotros formamos camino y debemos de seguirlo, pero que pasa cuando se nos ponen obstáculos, cuando se nos impide avanzar dentro del medio, cuando el hijo no se preocupa por que el papa tiene un cargo político, judicial etc. Las llamadas palancas de impulso nunca se van a terminar, las influencias tampoco, los que no venimos de una familia con por lo menos un abogado dentro, es el doble de trabajo que debes de emplear para conseguir tu meta, es luchar contra dinastías y mafias de funcionarios o trabajadores del derecho. El trabajo o el empeño que se puede llegar a poner hay veces que no basta. Todavía se necesita al amigo, al tío o al papa para poder tener contactos y subir de nivel.  Es realmente lamentable que no baste el trabajo, los conocimientos o la osadía para poder llegar a algo.

 Es posible y el trabajo se ve reflejado de alguna manera, sin embargo los obstáculos nunca dejaran de existir. Algo que he aprendió a lo largo de mi corta existencia es que: el sabor del éxito solo podrás degustarlo cuando hayas luchado por poder probarlo, lo demás son migajas de algo que pudo llegar a saber a gloria.                                        Diana L. Montoya

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Autor: Diana L. Montoya (Visita mi Oficina)