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DEBATE PARA LA RECUPERACIóN DEL SALARIO MíNIMO
- Autor : GABRIEL CHISCO
- Fecha : Viernes 29 de Agosto de 2014 16:43
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Por Gabriel Chisco Z.
Consultor Jurídico
El jefe de Gobierno capitalino presentó este 28 de agosto de 2014, "El Decálogo Política de Recuperación del Salario Mínimo en México y en el Distrito Federal", con el que dijo, se demuestra que se pueden aumentar los ingresos sin que se genere inflación. La propuesta de Mancera es que el pago mínimo pase de 67.29 a 82.86 pesos (13%) en un primer momento y alcance los 171 pesos de manera gradual antes de que termine el sexenio.
“Estamos demostrando ante la opinión pública que sí se puede, que sí hay una ruta y que técnicamente, con la opinión de los expertos que esto es factible (...). Este documento está llamado a superar las críticas iniciales”.
Mancera apuntó que presentará su propuesta a la Secretaría del Trabajo y de Hacienda del Gobierno federal, a la Conferencia Nacional de Gobernadores, al Congreso de la Unión, a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, al Banco de México y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Incluso convocó a la academia, organizaciones empresariales, sindicales, periodísticas e instituciones encargadas de la política económica y laboral del país a confrontar su propuesta que además prevé fortalecer y dar más facultades a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI).
La propuesta del gobierno capitalino está basada en 10 acciones. A nivel federal destaca la creación de la ley general de la unidad de cuenta del estado mexicano, para desvincular al salario mínimo como taza de referencia.
Mientras que a nivel local se propone exentar del cobro del Impuesto Sobre Nómina a las micro y pequeñas empresas (durante el primer año), que inicien la recuperación de salarios.
En este sentido cabe precisar que la titular de la secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, Patricia Mercado, presentó este jueves 28 de agosto de 2014, la propuesta a sus homólogos estatales en la Conferencia Nacional de Secretarios de Trabajo celebrada en Manzanillo. Los secretarios acordaron propiciar un debate serio, responsable y legal sobre el salario mínimo y los ingresos de los trabajadores.
Es importante mencionar que desde el año de 1976 a 2014 los salarios se han reducido en un 71% a nivel nacional y en un 77% en el Distrito Federal. En México 14% vive con un salario mínimo, de acuerdo al INEGI.
De acuerdo al Artículo 123 constitucional, los salarios mínimos deben ser suficientes para satisfacer las necesidades de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, así como para proveer de educación a los hijos. La Comisión Económica para América Latina dice que para cubrir las necesidades antes mencionadas se requiere un salario de 171 pesos.
Por su parte los expertos descartan inflación, como es el caso de Gerardo Esquivel, académico del Colegio de México (COLMEX), aseguró que incrementar el salario mínimo de 67.29 pesos a 82.86 pesos (en una primera etapa, como lo propone Miguel Ángel Mancera), sólo generaría un aumento en el nivel de los precios de 0.9%, por lo que no existe un riesgo de inflación económica. “Este primer incremento permitiría a un trabajador y un miembro de su familia, estar justo en el nivel que separa la pobreza de la pobreza extrema”.
Juan Carlos Moreno Bid, director adjunto de la sede subregional de la CEPAl también se ha manifestado a favor del incremento paulatino. “Un pre requisito es desindizar al salario mínimo como unidad de cuenta de multitud de pagos y multas”.
En el mismo sentido se ha expresado el profesor e investigador del Tec. de Monterrey, Gerardo Esquivel, quien descartó riesgos en términos de empleo o de impacto inflacionario.
“Hay que considerar que el mínimo está muy por debajo del salario medio (19%). Quizá lo único es definir la trayectoria de cómo se llegaría allí, que podría ser en dos años”.
De tal forma con lo expresado, el Gobierno del Distrito Federal consideró viable aumentar, en una primera etapa, 23 por ciento al salario mínimo, para que pase de 67 a 83.86 pesos diarios, sin que afecte a la inflación ni a la productividad, y no genere desempleo.
Durante la presentación del decálogo Política de Recuperación del Salario Mínimo en México y en el Distrito Federal, el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, llamó a construir juntos una propuesta que saque del rezago a esas percepciones.
Indicó que para ello iniciará un recorrido, junto con ese documento, a las secretarías del Trabajo y de Hacienda del gobierno federal, a la CONAGO, al Congreso de la Unión, a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, al Banco de México (BANXICO) y a la ALDF.
Mancera Espinosa presentó la propuesta, sustentada por especialistas, para lograr tal incremento a partir de 2015 acompañado por los secretarios locales de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivski, y de Finanzas, Édgar Amador, así como por el investigador Gerardo Esquivel, del Colegio de México (COLMEX).
El titular del gobierno capitalino también convocó a la academia, organizaciones empresariales, sindicales, periodísticas e instituciones encargadas de la política económica y laboral del país a confrontar su propuesta, que, además, prevé fortalecer y dar más facultades a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI).
Expuso que con ello se abre el debate para sustentar la viabilidad de aplicar esa política de recuperación a los salarios mínimos.
Aseguró que de ponerse en marcha su planteamiento se tendría un impacto inflacionario menor de uno por ciento, además de que se beneficiaría a 13 por ciento de los trabajadores a nivel nacional y a 7 por ciento de los habitantes de la ciudad de México.
Mancera insistió en que su propuesta de aumento es razonable, factible, significativa y prudente, y que se coloca en una ruta de recuperación a mediano plazo para atender las necesidades básicas del trabajador y asegurar la línea de bienestar mínima de éste, que daría un salario de 171 pesos, según el CONEVAL.
Aclaró que ese aumento no es para todos los trabajadores, sino sólo para quienes perciben un salario mínimo, y advirtió: “No hablemos de paternidades, hablemos de soluciones; mejorar el ingreso de la gente es una tarea impostergable, sobre todo de quienes menos ganan, ese es el objetivo, esa es la meta, y merece el empeño de todos”.
En su oportunidad, el coordinador de la investigación, el especialista Gerardo Esquivel, detalló los 10 puntos de la propuesta, sobre la cual afirmó que el aumento de 23 por ciento al salario mínimo sólo tendría un impacto inflacionario menor de uno por ciento.
A nivel nacional, dijo, también destaca la importancia de “desindizar” el salario mínimo como referencia de otros precios y variables ajenos al mercado laboral mediante la emisión de una Ley General de la Unidad de Cuenta del Estado Mexicano.
También fortalecer la autonomía, institucionalidad, representatividad y capacidad técnica de la Conasami, integrar una Comisión Interinstitucional, cuyo mandato preciso sea garantizar los objetivos de la nueva política, y modificar el calendario de determinación del salario una vez que hayan ocurrido las negociaciones contractuales.
En lo referente al Distrito Federal, en el documento se sugiere que la ALDF podría avanzar en su propia labor de desindización en todas las leyes locales pertinentes y que el gobierno capitalino emprendería un programa de mejora laboral para sus trabajadores con menores salarios.
Además, el gobierno capitalino podría establecer una política general de contratación de servicios con empresas que ofrezcan el nuevo salario mínimo con excepción fiscal por un año para las mismas, así como impulsar mecanismos de vigilancia e inspección de las condiciones generales de trabajo nacional y federal.
La propuesta del Gobierno capitalino se centra en un primer incremento de 15.57 pesos al salario mínimo, es decir, incrementarlo de 67.29 pesos a 82.86 pesos/día, con el fin de que rebase la línea de bienestar mínimo y el trabajador y un familiar tengan acceso a la canasta básica establecida, de acuerdo con los parámetros del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval).
En el Salón Benito Juárez del Antiguo Palacio del Ayuntamiento y ante los secretarios de Desarrollo Económico (SEDECO) y de Finanzas (SEFIN), Salomón Chertorivski y Edgar Amador Zamora, respectivamente, así como el encargado de la Reforma Política Constitucional, Porfirio Muñoz Ledo, el mandatario capitalino recibió de parte de Graciela Bensusán; Antonio Azuela de la Cueva, Gerardo Esquivel Hernández, Juan Carlos Moreno Brid, Enrique Provencio Durazo, Ariel Rodríguez Kuri, Jaime Ros Bosch, Pablo Yanes Rizo y Raymundo Campos Vázquez, expertos responsables, el documento con 10 puntos que engloba la propuesta de esta administración para mejorar el ingreso de la población y detonar también la economía nacional.
Mancera Espinosa aseguró que -de acuerdo con este análisis- “sí se puede, sí hay un camino y una ruta para construir una solución” de mejoramiento al salario mínimo, alcanzar como meta sexenal y que éste llegue a 171.03 pesos para asegurar, la línea de bienestar mínima, “colocarlo en una ruta de recuperación en un mediano plazo y lograr que el minisalario atienda las necesidades básicas del trabajador, lo que significa garantizar su alimentación y la de un miembro de la familia”.
El Ejecutivo local precisó que “este documento está llamado a superar las críticas iniciales, será ampliamente reseñado, comentado y discutido, pero que mantiene firme el objetivo de lograr la recuperación del salario mínimo con base en consensos, concordia y formular grandes acuerdos pronto. Está claro que todos tenemos que aportar algo a ese esfuerzo”.
Convocó en este sentido, a las universidades del país, centros de investigación, organismos sindicales, empresariales, medios de comunicación y a las instituciones encargadas de la política laboral y económica de la Ciudad de México y a nivel nacional, a confrontar estas ideas con las evidencias y tesis aquí planteadas, por lo que solicitó poner este tema a otro nivel de discusión ante la urgencia de generar una auténtica política de salarios mínimos ya que después de 30 años, esta medida ha propiciado la pérdida del 77 por ciento en el poder adquisitivo de la gente.
Subrayó que se requiere voluntad política, toma de conciencia para construir una solución entre todos que permita mejorar al minisalario y garantizar así la línea base mínima y el trabajador mexicano tenga acceso a una percepción más justa, “no hablemos de paternidades, hablemos de soluciones. Mejorar el ingreso de la gente es una tarea impostergable, sobre todo ahí, a quienes menos ganan. Ese es el punto, ese el objetivo, esa es la meta”.
El trabajo de quienes voluntariamente participaron en esta investigación que de manera pública da una solución a uno de los más grandes problemas del país “eso merece mi reconocimiento porque es una ocasión absolutamente relevante para destacar este debate de política económica a través de la transparencia y la conducción con todos los actores que han participado”.
Añadió que presentará la propuesta ante la Conferencia Nacional de Gobernadores; la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el Congreso de la Unión y las Secretarías de Hacienda y Crédito Público y del Trabajo y Previsión Social, así como al Banco de México.
Al hacer uso de la palabra, Salomón Chertorivski defendió la propuesta al sostener que hay evidencia empírica y experiencia histórica que demuestran la viabilidad de una política de aumento sostenido de los salarios mínimos, arrojando efectos más positivos que negativos.
Aseguró que de 1996 a la fecha, México tiene el salario más bajo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de toda América Latina en términos reales, “y más aún, es el único caso de estancamiento absoluto a lo largo de la última década”.
Señaló que este documento es resultado de la suma de esfuerzos, acuerdos, compromisos e iniciativas de los Gobiernos nacionales y locales, la sociedad, el Estado, así como empresarios y trabajadores.
Los 10 PUNTOS PARA UNA NUEVA POLÍTICA SALARIAL
El primero plantea buscar un “Acuerdo Nacional” para incrementar el minisalario 23 por ciento hacia el 2015 y pasar de 67.29 pesos (actuales en la Zona “A”) a 82.86 pesos ( es decir 15.57 pesos más), lo que permitiría superar la línea de bienestar mínimo y así dos personas puedan adquirir la canasta básica alimentaria. Añadió que este aumento se llevaría a cabo de manera gradual durante el sexenio hasta alcanzar 171.03 pesos.
Abundó que la propuesta va en beneficio de las personas que menos ganan y provocaría, como un escenario máximo un incremento (en una sola ocasión) de los precios de hasta 0.9 por ciento., “es menos de un punto porcentual como resultado de un aumento del minisalario superior al 20 por ciento”.
Refirió que como resultado de un estudio empírico realizado, el aumento al salario no tendría efectos en la generación del desempleo y reduciría significativamente el tránsito de gente desempleada y empleada en la informalidad, contrario a una preocupación que tienen muchos en el sentido de que el aumento del salario mínimo promovería la evasión fiscal.
El segundo punto es desindexar, es decir, desvincular al salario mínimo como referencia de otros precios y variables ajenas al mercado laboral, mediante la emisión de una Ley General de la Unidad de Cuenta del Estado Mexicano, retomada de la experiencia uruguaya.
El tercer punto plantea la necesidad de fortalecer la autonomía, institucionalidad, representatividad y capacidad técnica del organismo encargado de emitir los decretos anuales que determina el salario mínimo.
En cuarto lugar, se propone integrar una comisión interinstitucional para garantizar los objetivos de la nueva política; monitorear y hacer el seguimiento puntual de los efectos del aumento en los sueldos mínimos.
En el quinto punto, se recomienda modificar el calendario de determinación del salario mínimo una vez que hayan ocurrido las negociaciones contractuales de los demás salarios.
A partir del sexto punto, los especialistas sugieren alternativas que conciernen exclusivamente al Distrito Federal, y en este tenor, recomiendan que la Asamblea Legislativa pudiera avanzar en su propia labor de desindexación (desvinculación) en todas las leyes locales pertinentes.
El séptimo punto destaca que el GDF podría emprender un amplio programa de mejora laboral para sus trabajadores con más bajos salarios (especialmente los que son contratados por honorarios o los que mantienen una relación laboral diferenciada).
En el octavo punto, se recomienda que el Gobierno de la CDMX establezca una política general de contratación de servicios y de bienes para relacionarse solo con empresas que demuestren pagar un salario mínimo de 82.86 o más a sus trabajadores de más baja calificación.
El noveno punto plantea que el Gobierno capitalino podría desplegar una política de excepción fiscal al Impuesto Sobre Nómina en las Micro y Pequeñas Empresas durante el primer año, en el inicio de la recuperación de los salarios, con una revisión caso por caso.
En el ultimo, esta tarea -local y federal- podría pensarse en impulsar los mecanismos de vigilancia e inspección de las condiciones generales de trabajo en los establecimientos y empresas de la Ciudad de México.
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