Vox Populi Ver todos
CAPACIDAD DE ASOMBRO CONDICION DE LA RAZON
- Autor : Victormiaz
- Fecha : Domingo 21 de Octubre de 2012 11:24
- Tipo de Usuario :
- Visitas : 3,408
Dice Platón que la primera virtud del filosofo es admirarse. Thaumatzein –dice en griego- de donde viene la palabra “taumaturgo”. Admirarse, sentir esa divina inquietud, que hace que donde otros pasan tranquilos, sin vislumbrar siquiera que hay problema, el que tiene una disposición filosófica esta siempre inquieto, intranquilo, percibiendo en la mas mínima cosa problemas, arcanos, misterios, incógnitas que los demás no ven. Aquel para quien todo resulta muy natural, para quien todo resulta muy fácil de entender, para quien todo resulta muy obvio, ése no podrá nunca ser filosofo. Manuel García Morente.
Creo que a muchos mexicanos que votan por un sistema que los mantiene bajo los mas grandes problemas económicos, políticos, sociales y de injusticia, que ven muy natural y aun agradecen que los gobiernos totalmente tiránicos los sigan ordeñando como a ganado vil y envilecido, ésos nunca podrán mirar siquiera eso como problemático y nunca podrán atisbar una mínima solución a tamaña injusticia. El colmo es que se sienten ganadores porque gano el viejo sistema represor mientras ellos ganan cinco o seis mil pesos mensuales. El colmo de los colmos es que entre los alienados hay muchos profesionistas orgullosos de su partido, mientras mendigan por trabajo.
Hemos llegado al individualismo aislante e indiferente en donde se estanca toda lucha hacia la democratización del poder. El regreso del viejo sistema político sujetado por los intereses económicos privados tanto nacionales como extranjeros no da tregua en pos de los recursos naturales, minerales, de servicios, de venta de bienes ante un presidente electo ignorante y débil mental que no pierde ocasión, antes de iniciar su gestión administrativa, de ofrecer ayuda a España olvidándose por completo de la nación mexicana y por sobre todo por aquellos que votaron por él. Parece más la instauración de un virrey en la Nueva España que la de un servidor público mexicano. Es esa indiferencia estoica la que sirve de soporte a todo el sistema político, económico y social. Véase como los funcionarios de todos los partidos políticos o gremiales se pueden dar impunemente sueldos a placer o desviar dinero hacia sus cuentas privadas mientras el pueblo tiene sueldos de miseria. Para aumentar la burla y la vejación esos mismos funcionarios hablan en nombre del pueblo y nos dicen que están a favor del pueblo otorgándole salarios mínimos que solo servirán para mantener aun mas sujeta a la nación mexicana. De tal desvergüenza es responsable también ese pueblo mexicano que todo lo comprende y todo lo perdona fácilmente porque hay un dios en el mas allá que juzgara justamente a todos los criminales y a todos los pecadores sin cuarta y sin vara. Esta evasión de la realidad no puede ser posible si no se tiene en cuenta la enajenación religiosa que a través de mitos infantiles y desviados de toda razón y quehacer humano recto.
Esa fe ciega de los mexicanos que no les permite hablar de política, de futbol ni religión es una carga aun mas pesada que la pobreza extrema, dado que así se mantiene a la población en el topos uranus mientras en la tierra se le trata menos que a una mercancía. Ese tipo de mexicano es, el que atrasa con todas sus fuerzas la marcha de la democracia. Se siente tan cómodo entre líderes sindicales, políticos, caciquiles y fatalmente entre líderes religiosos. El siglo de las luces tuvo el lema Sapere aude “Atrévete a saber”, no dependas de ningún líder sino tan solo de tu propio esfuerzo de razón y físico para forjar tu vida diaria, tu futuro. En México esta prohibido desde los órganos de gobierno e instituciones saber mas allá de lo conveniente no sea que surja el tan temido mexicano bárbaro que en un santiamén arrase con todo en un brutal movimiento revolucionario. ¡Cuantos malabares indignos de la política han hecho los políticos y gobernantes para mantener a los mexicanos en la ignorancia, en la pobreza mientras subastan al mejor postor los bienes nacionales!.
No se trata de quedarnos estáticos y mucho menos de siquiera añorar el pasado sino de mostrar al mundo que los mexicanos somos conscientes de nuestra universalidad en calidad de ciudadanos del mundo con nuestros derechos y obligaciones. Nunca hemos sido, en lo general, menos ni más que los demás seres humanos de otras regiones y latitudes sino en virtud de endebles ideologías de superioridad de raza, de cultura, intelectual y hasta por el risible derecho divino.
Hoy, los extranjeros se frotan las manos ante la perspectiva de los negocios que ya atisban ante un presidente electo mentalmente débil, ignorante tanto de las ciencias como de la cultura. Seguramente son fieles seguidores de Og Mandino y querrán abrir a la inversión privada hasta el pensamiento libre. Véase con que descaro ha salido Peña Nieto a ofrecer los bienes nacionales a la inversión extranjera y a dilapidar el dinero que tanto hace falta invertirlo en México. Ese servilismo ha caído bien en el extranjero y es una señal inequívoca de buenos negocios. Mientras en México los lideres charros implantados por Jesús Díaz de León (apodado el charro por su afición al jaripeo y a los caballos), desde la administración de Miguel Alemán se reparten las jugosas aportaciones de los trabajadores bajo la complicidad de los gobiernos en turno.
No es a ninguna nación extranjera a la que se le reprocha cosa alguna en este estos renglones ni mucho menos a la nación española porque ni siquiera desde la conquista ni durante la Colonia fue la nación española la que sujeto indignamente a nuestros antepasados, fueron unos pocos los que se enriquecieron y dilapidaron los bienes de la entonces Nueva España, es decir, la monarquía y toda clase de pillos. Hoy, no es la nación española la que recibirá la ayuda que tanto ha comprometido el régimen tiránico de Calderón y el siguiente con esas empresas españolas. Como ayer solo serán unos cuantos los que se llenaran los bolsillos de dinero mientras a los trabajadores españoles les darán como siempre migajas. Allá, no lo sé pero aquí tenemos gobiernos tiránicos. Muera el mal gobierno sigue siendo la divisa del pueblo mexicano.
A pesar de toda esta realidad los líderes políticos, sindicales, eclesiásticos y los periodistas a modo cantan epifanías sobre un Estado de Derecho, justo y perfectible solo por ello. Bajo sus liderazgos nos dicen se hará la voluntad del pueblo si ellos será el caos sin fin. Estos mexicanos es indigno de un pueblo que debe transitar y obtener su mayoría de edad sin que quede dudad alguna. Y, eso solo lo puede hacer un pueblo que no solo barrunte su fuerza sino que muestre que la soberanía nacional efectivamente reside en el pueblo y no en los órganos e instituciones pervertidas del Estado. Ayer como hoy sigue vigente la frase “Atrévete a saber” y para ello hay que ver por uno mismo los problemas nacionales y actuar en consecuencia sin que medien líderes al pronto charros que nos ven como sus monturas por ley.
Califica este artículo: |