Bajo ninguna circunstancia usted debe firmar ese nuevo contrato, ya que a través del mismo, el patrón pretende modificar, en su perjuicio, las condiciones de trabajo.

Ello es evidente, ya que después de 12 años de antigüedad suya en la empresa, ahora pretende, prevaliéndose de las reformas a la Ley Federal del Trabajo del 30 de noviembre de 2012, establecer un período de prueba de 180 días, lo que resulta ansurdo, pues esos 12 años de servicio han sido suficientes para que quede acreditada su capacidad, conocimientos y habilidades para el trabajo que fue contratado.

En caso de que el patrón pretende imponerle alguna sanción al negarse usted a firmar el contrato leonino que le propone, y que importa renuncia a sus derechos laborales adquiridos, no dude en acudir INMEDIATAMENTE a la Procuraduría de la Defensa del Trabajo a presentar su queja.