Si contrata un coyote no le debe cobrar más de tres mil varos, pero si contrata un abogado le debe explicar que una cosa es el divorcio voluntario que disuelve el vínculo matrimonial, y otra muy distinta la disolución de la sociedad conyugal, ya que por lo general el coyote no sabe lo segundo y por eso cotiza en varos, pero el abogado sí sabe que la sociedad conyugal si no se disuelve subsiste incluso si alguno de los cónyugen vuelve a contraer matrimonio y es hasta la sucesión de alguno que les brinca la ex o el ex reclamando sus gananciales aunque pasaran cincuenta años del divorcio. No escatime los pesos por cuidar los varos.