Estado de Referencia: Guerrero
Soy de un pequeño poblado del estado de Michoacán y casado en el mismo estado desde hace 26 años. Desde hace 23 años vivo separado de mi esposa por las siguientes razones: me abandonó dos veces sin razón justificada ya que nunca la traté mal y considero que siempre tuvimos lo necesario para vivir como una familia de clase media sin rebasar el promedio. Con cualquier pretexto se me iba de la casa sin razón a casa de sus padres, en ambas ocasiones fui, le rogué y la convencía de que regresara a la casa. Afortunadamente de soltero yo ya había logrado hacer una casita y tenía mi empleo y no eran grandes las necesidades económicas, en pocas palabras teníamos casa y sustento. En ese entonces yo trabajaba de tiempo completo en una población no muy lejana, y era el clásico marido feliz que salía a su trabajo toda la semana y deseaba regresar el fin y que mi esposa y mis hijos salieran a recibirme contentos. Cuál era mi sorpresa que en lugar de eso encontraba reproches, quejas, de que tu mamá esto, de que tus hermanas aquello, de que te vieron allá, de que andabas con fulana, etc. Y eso no era lo que yo soñaba en mi vida.
Pasaba el tiempo y me seguía amenazando que se iba a ir, que jamás volvería a ver a mis hijos y lo peor era que torturaba a mi madre, ya que mis hijos eran su adoración, diciéndole que se los iba a llevar lejos para que nunca los viera.
Esto era para mí una situación muy complicada ya que ni podía trabajar a gusto nada mas pensando en lo que me esperaba al regresar a mi casa.
Hablé muchísimo con ella, tratando de hacerle entrar en razón, le dije que no tenía derecho a elegir el futuro de mis hijos y no obstante, un día, cuando regresé de mi trabajo encontré la casa vacía, no había nada de lo poco que teníamos, se había ido por tercera ocasión.
Esta vez hablé con mi familia, les dije que no iría más a buscarla y que ya todo había terminado, incluso les dije que si regresaba no la dejaría entrar a la casa. Para ese entonces teníamos 3 hijos, uno casi de 8, el otro casi de 4 y otro de casi un año.
Por pena, por vergüenza o por lo que sea nunca levanté acta de abandono de hogar o una evidencia de su abandono.
Pasé un poco más de un año viviendo solo, sufriendo la ausencia de mis hijos. En ese tiempo conocí a alguien y decidimos vivir juntos, para ello hablé con mi Madre y le dije mis intenciones, que me saldría de mi casa y que había decidido que mis hijos (lógicamente con su madre) se vinieran a vivir en ella para que estuvieran un poco mejor y para que ella, mi Madre, los tuviera cerca y los viera y estuviera pendiente de ellos todos los días.
De ése tiempo a la fecha han pasado muchas cosas, cuando mis hijos eran niños y cada vez que mi trabajo lo permitía los llevaba a todas partes, pero la madre siempre que los veía felices conmigo les decía que yo no los quería y que los había abandonado, les inyectó el peor veneno que existe en el mundo.
Los niños fueron creciendo y ya de adolescentes se hicieron más recelosos y resentidos conmigo y a pesar de que siempre los he buscado me ha costado más trabajo platicar con ellos, de hecho nunca me han tenido confianza, cada consejo que les doy, la madre lo contradice. Ninguno de ellos quiso estudiar una carrera a pesar de mis consejos y de mi apoyo, actualmente el mayor tiene 31 años y trabaja como indocumentado en EE.UU., el segundo estaría cumpliendo 27 años, pero hace un año murió víctima de la delincuencia dejando a dos pequeños huérfanos de 8 y 5 años, ese fue el futuro que la madre decidió por él. Y mi tercer hijo que tuve con esa mujer, a pesar de no tener carrera le conseguí un empleo humilde pero al menos seguro.
Es muy conveniente comentar que sin presiones de ninguna especie, más que por mi compromiso moral con mis hijos, desde la tercera vez que se fue de la casa hasta la primera quincena de enero de 2011 jamás he dejado de darle la quincena, incluso siendo mayores de edad, y además, muchas de sus necesidades escolares yo las cubría por separado. Ella nunca quiso buscar empleo.
Con la mujer que he vivido estos años tengo dos hijos que ya están en la universidad y la verdad es que ya no puedo con los gastos, menos ahora que tengo que ayudar a mis nietos huérfanos. No tengo un peso ahorrado.
Ante esta situación, agradeceré mucho a quien me regale unos minutos de su tiempo y me oriente que hacer para resolver este problema: quiero divorciarme, ya no puedo dar apoyo económico a la esposa y debo ayudar a mis nietos. O si hay algún abogado de Michoacán o estado cercano que le sea de interés mi caso y desee contactarme.
Muchas gracias y muchos saludos.
