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ABORTO, RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE TAMBIEN.
- Autor : haronidgm
- Fecha : Sábado 16 de Enero de 2010 23:36
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He estado pensando en lo poco que hemos trabajado en la responsabilidad que tiene el hombre con el depósito de vida que Dios le ha confiado. Por siempre hemos responsabilizado a la mujer de todo embarazo y aun la hemos satanizado al condenarla y aun encarcelarla por su decisión de abortar. Considero que ante Dios todos somos iguales al tomar en cuenta que ante Dios el varón no es sin la mujer y la mujer sin el varón, (aunque claro con las diferencia clara de responsabilidades establecidas para complementarnos,) los dos géneros somos responsables en la misma medida de la creación de la vida. En la antigüedad la sola negación verbal del varón, era suficiente para evadir la responsabilidad de un hijo, afortunadamente en la actualidad gracias a las pruebas de ADN las cosas han cambiado, y en esta misma medida la responsabilidad legal para el varón a quien se le demuestre la paternidad de una persona. Moralmente es inaceptable tal prueba y pone en evidencia el desenfreno sexual de nuestra sociedad donde abundan los “salpicadores de esperma” y las “relajadas de muslos.”
Como mujeres al apoyar movimientos feministas en la antigüedad y movimientos de igualdad de género en la actualidad nos hemos enfocado en demostrar que en cuanto a capacidades tenemos aun mas que los hombres, y bien, hemos demostrado que efectivamente esto es cierto, sin vanagloriarme por supuesto y enseguida le explico porque: tenemos muchas ventajas cerebralmente hablando, pero se nos ha olvidado remarcar que emocionalmente tenemos muchas desventajas que nos hacen vulnerables y equilibran en justa medida nuestra divina necesidad de los hombres de quienes ya conocemos su divina y sublime necesidad de la mujer. Estas necesidades tal como lo expreso, son divinas y fundamentalmente indispensables para la felicidad y el sano crecimiento de todo ser humano. Por ello por más que nos resistamos a aceptarlo se siguen manifestando en cualquier etapa de nuestras vidas. Evidencia de ello esta la clara necesidad que tienen las parejas homosexuales de tener hijos, a quienes por cierto la adopción de hijos y los matrimonios legales no les taira la felicidad porque están violando leyes divinas y la desobediencia a estas leyes trae cosigo la amargura y la soledad. Ellos satisfacen necesidades físicas sexuales y necesidades emocionales de compañerismo y aceptación, pero el vacío en ellos continua y con ello la infelicidad porque no pueden cumplir con el propósito devino previamente establecido de la procreación, el cual forma parte de nuestro propósito en este mundo, el cual es formar una familia. Por ello más que luchar por nuestra igualdad de género, luchemos por entender nuestra necesidad del género opuesto.
En base a nuestras diferencias deberíamos establecer leyes que nos protejan de nuestro propio desenfreno, reconozco que en algunos sentidos ya lo hemos logrado como queda evidenciado en la consideración de descanso en las mujeres embarazadas y su recuperación al dar a luz, hoy se les da por ley un tiempo de incapacidad. También existen ciertos atenuantes a considerarse cuando la mujer pasa una fuerte depresión posparto y esta comete algunos actos faltos de cordura. Pero en muchos otros aspectos pasamos por alto los atenuantes emocionales como el derecho de los niños a la crianza con apego, el cual al mismo tiempo protege a la mujer de sentimientos de culpa y tristeza, una vez que ve salir un adulto de la casa donde ella nunca estuvo.
Pero volviendo al punto de mi reflexión, considero que los “salpicadores” deben tener responsabilidad ante cualquier aborto tal como las “relajadas”. (Entendiéndose por salpicadores y relajadas a quienes hacen uso inconciente, abusivo, desenfrenado e irresponsable, del poder sagrado que poseen de crear vida y que por satisfacer necesidades físicas, emocionales u económicas ven en el acto sexual un solución inmediata sin medir las consecuencias de vida y enfermedad que este acto puede traer) Cuando se encuentra en la calle un feto, o un bebe, tirado se persigue en las investigaciones a la posible madre y si es hallada, ésta es juzgada con severidad justamente por su atrocidad, pero y que del salpicador?, que de aquel que deposito de “alguna manera” su poder de vida? Estamos tan acostumbrados a responsabilizar a la mujer en cuanto al embarazo y lo reafirmamos con frases como “El hombre llega hasta donde la mujer quiere” “ella lo provoco”, que en automático liberamos al “salpicador” de toda responsabilidad, situación que es injusta ya que estamos en igualdad de responsabilidad al crear vida. Considero que por toda mujer que sea encarcelada por un aborto debe haber un hombre encarcelado por la irresponsabilidad de depositar sus espermas en zonas de riesgo de vida y no preocuparle el destino de estos.
Se que existen muchas mujeres que en la vulnerabilidad de sus emociones y necesidades de ser queridas, protegidas y amadas relajan sus caderas y se permiten ser usadas creyendo que con ello conquistaran para siempre al supuesto “hombre” que aman. Gran error se registra por siempre en toda la historia de la humanidad, ¿no deberíamos haber aprendido las tan repetidas historias trágicas del amor mal entendido? el amor conlleva responsabilidad y la mujer tal como Emma Godoy siempre expreso, debe ser conquistada, no debemos ser conquistadoras ni mendigas de amor. Somos seres para adorar, y ser veneradas, no engreídamente lo expreso, porque ¿quien puede negar la veneración que existe hacia una buena madre? Entendiendo por buena madre a aquella que es severa en la moral, fuerte ante la adversidad y sensible ante la necesidad, somos o podemos ser las madres de los hombres buenos, las guardianas de lo que es el verdadero amor. Pero no somos las enteramente responsables de dar vida. Cuando permitimos que nos usen para satisfacer sin responsabilidad impulsos naturales de los hombres quedamos expuestas a ser heridas y a cometer actos trágicos y criminales por causa de la desesperación que viene tras la decepción de uno misma y de quien creímos amar. A tal punto puede surgir la amargura que perdemos la sensibilidad ante el acto de amor rebajándolo solo a una mera satisfacción física a la cual manifestamos tener derecho de ejercer y satisfacer tal como los hombres lo hacen y muchas veces llegando con ello a ser una verdadera “relajada” si bien podemos ser tan buenas como los hombres en muchos aspectos podemos ser tan malas como ellos en muchos otros.
Mujeres que queremos demostrar mediante la rivalidad de géneros?
No terminamos tragándonos nuestros alegatos al ver a la gran ejecutiva que se enamora entupidamente de un don Juan bueno para nada?
En fin, parece que no logro concertarme en un solo tema, solo quiero terminar aclarando que estoy totalmente en contra del aborto, (salvo cuando es por una violación y la vida de la madre corra peligro o bien cuando se demuestre que el feto no podrá desarrollarse plenamente para tener vida) y estoy en contra de que se juzgue solo a la mujer por tal acción.
Creo que en la misma medida en que busquemos entender la necesidad que tenemos de llegar a ser uno con Dios, en la medida en que nos complementamos entre nosotros y obedecemos sus mandamientos, podremos resolver nuestras problemáticas de vida. Y seremos creadores de vida con la intención conciente de ser felices y compartir nuestra felicidad a un nuevo ser, deseado y amado. Se que muchas parejas heterosexuales desean tener hijos y no pueden pero el deseo sano y justo de su corazón los mantiene a salvo y felices, y Dios en su sabiduría provee para ellos una mayor sensibilidad y amor por los demás al punto de sobreabundar y bendecir la vida de los otros. En su tiempo el El Sr. los recompensara por su fidelidad y por toda buena obra de amor que realicen entre sus hijos desamparados o desprotegidos. Mientras el egoísmo y la amargura no penetren en sus corazones podrán recibir las muchas bendiciones de Dios y sentirán un gozo inmenso en sus corazones y serán uno con El.
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Gracias por leerme nuevamente.
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