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LA DOXA (OPINIÓN VULGAR) COMO FORJADORA DE LA VERDAD
- Autor : Victormiaz
- Fecha : Martes 11 de Septiembre de 2012 16:57
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Critica a la nota periodística de Román Revueltas Retes. Periódico Milenio. 02/09/12.
Llamo ignorante a quien sin saber de la materia que trata interviene con tal descuido de pericia e intelectual que ya en si es dañina su intervención en el asunto, debido a su falta de claridad y distinción en el tema. Esto se agrava si hace pública su ignorancia y llama a otros a seguirlo en sus conceptos, ideas, opiniones. Tal es el caso de Román Revueltas Retes, quien cree que esta capacitado para tratar temas constitucionales basados en la Filosofía Política. En concreto trata el tema de la Soberanía Popular de una manera tan desacertada que tal parece que no hay el mínimo tratado, ensayo, la mínima teoría que indiquen que es, ese súper poder y como es su existencia y cual su teleología y a quien corresponde el dominio.
No voy a refutarlo línea a línea porque eso seria ocioso. Solo le señalaré su error primario y de fondo y con eso su tema queda sin materia. Desde los griegos se sabe ya que hay diversos grados de conocer, cosa que desconoce Román Revueltas Retes, y esa es una de las causa por las que se lanza al mundo con su doxa (opinión vulgar) a tratar temas de ciencia del Derecho y de Filosofía. Solo aquellos que se contentan con el conocimiento mas bajo coinciden con él. Veamos pues que dice este.
Asegura que “Los ciudadanos no somos borregos. Pero, confrontados a la realidad de que las autoridades, y no nosotros directamente, son quienes administran la cosa pública, debemos de tener la suficiente confianza en las instituciones como para ceder una buena parte de nuestra soberanía”,
Es evidente que son las autoridades quienes administran la res pública, sin embargo las administran bajo atribuciones delegadas y no por si, son meros administradores que deben rendir cuentas y que en el caso concreto de nuestra actual vida nacional no ocurre. La confianza que mendiga para las instituciones debe ser ganada por las mismas a través de sus actuaciones conforme la voluntad popular y no por méritos ficticios y ruegos infantiles. Dice Román Revueltas “debemos tener la suficiente confianza en las instituciones”, el mismo reconoce que no existe esa confianza en dichas instituciones y sabemos las razones. Revueltas al decir debemos esta en el deber ser y no en el ser, es decir en una cosa ideal y posible pero inexistente.
Pero lo que no tiene desperdicio para los que se están formando intelectualmente en el Derecho y la Filosofía es la aseveración de que los mexicanos en virtud de que debemos tener suficiente confianza debemos ceder “una buena parte de nuestra soberanía”. No aclara que parte de la soberanía debemos ceder; si es la individual, en lo político no existe se pierde desde que se vive en sociedad. Precisamente pensadores como Locke Hobbes, Rousseau y muchos más ya habían estudiado y publicado, obras en las cuales hacen mención de que al pasar los seres humanos a vivir en sociedad pierden esa soberanía que en estado de naturaleza tenían.
Ahora bien, si Román Revueltas, pide que cedamos una parte de nuestra soberanía nacional a las instituciones que ejercen la administración de la cosa pública, debe primero precisar a que instituciones se refiere. Lo anterior, dado a que el Estado mexicano esta conformado fundamentalmente por tres Órganos (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), que no instituciones, que ejercen la soberanía de una manera delegada a través de atribuciones y el pueblo nunca le cede su potestad soberana a los órganos menos a las instituciones. Eso seria la cosa más absurda ya que el pueblo dejaría de ser soberano y no tendría el principio fundamental para cambiar su forma de gobierno. Dice categóricamente el Artículo 39 constitucional.
Artículo 39 La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Súmesele que la soberanía popular es inalienable, es decir, no se puede ceder, transmitir o perder y ademáses imprescriptible, es decir que de manera ilimitada en el tiempo el pueblo tiene su soberanía de manera ininterrumpida y sin importar el tiempo que pase esta seguirá bajo su pleno dominio.
Lo que nos pide Román Revuelta Retes es una insensatez y comprendo que es por su falta de pericia en el tema. Lo que no le perdono es que quiera hacer precisamente lo que niega categóricamente “Los ciudadanos no somos borregos”. Con esta nota periodística, precisamente quiere hacer rebaño a los mexicanos para que sigamos los dictados de las instituciones como borregos.
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